La siguiente reseña nos la enviaron de manera anónima para compartirla con todos ustedes.
1. Ubicación
Para llegar al hotel a pie sólo deben bajar de la estación del Metro 18 de marzo y caminar dos cuadras con dirección Indios Verdes. Si llegan en auto pueden llegar tomando la desviación antes de pasar Av. Montevideo, esto si van sobre Insurgentes en dirección norte.
Teléfono: 55772952
2. Precios
- Habitación sencilla $260
- Habitación estándar $280 (es un poco más grande que la sencilla)
- Suite $300 (es más grande que la standard y tiene potro)
- Suite con Jacuzzi $380
De lunes a jueves la estancia es de máximo 8 horas, de viernes a domingo de máximo 5 horas.
3. Reseña (Suite $300 pesos)
La primera impresión que se puede tener de este hotel es que la privacidad a la entrada y a la salida es nula, pues la entrada tanto peatonal como de autos están completamente expuestas. El paradero esta muy cerca y pasan justo afuera autos que circulan desde Insurgentes, por lo que si desean privacidad, al menos en ese aspecto, este hotel no es una gran opción.
Cuando entras te atiende una recepcionista, y en nuestro caso, al llegar había dos personas más que laboran el el hotel justo en la entrada, por lo que tampoco hay mucha privacidad. Preguntamos los precios y las diferencias entre las habitaciones (que son las de arriba) y elegimos la Suite por $280 pesos. Al pagar nos preguntaron el nombre de alguno de los dos para anotarlo en una libreta, pero no nos pidieron ninguna identificación, en el ticket que te proporcionan al pagar viene la contraseña del internet.
La habitación que nos toco fue la 110, la cual da justo hacia la avenida Insurgentes, por lo que el ruido es constante, aunque cerrando las ventanillas y poniendo un poco de música realmente no tuvimos inconveniente. Hay que agregar que de los pasillos lograba entrar, por breves momentos, ruido de puertas azotadas, probablemente por el personal de limpieza, y de altavoces.
La habitación no es muy grande, por lo que supongo que la habitación sencilla debe ser realmente pequeña. Al entrar te encuentras la cama y un tocador con un espejo que abarca la mitad de la pared. A un lado está el sanitario y lavamanos, con un espejo de media pared que ve hacia la cama.
El sanitario no cuenta con puerta, solo tiene un vidrio que abarca la mitad del espacio, por lo que no hay privacidad al entrar el baño, a menos que tu pareja se encuentre de lado del tocador.
A un lado del lavamanos esta la regadera, con una puerta de vidrio, que aunque no es nada especial, me pareció bastante linda.
En el costado izquierdo de la cama hay una pequeña mesa con dos sillones bastante cómodos y en la parte de atrás hay una especie de escalón que es donde se ubica el potro y las ventanas que dan a la avenida. A un costado del baño hay una pantalla empotrada a la pared, de aproximadamente 42".
Para el uso del potro te proporcionan una toallas, además de la toalla para manos, dos para bañarse y otra toalla pequeña aparte. Las amenidades son las comunes, dos jabones de barrita, shampoo, acondicionador (lo cual me encanto ya que no en todos lados lo proporcionan y a las chicas nos es muy útil), gorra de baño, crema para el cuerpo, un condón, dos botellas pequeñas de agua y dos vasos en sus respectivas bolsas de plástico y cuatro paquetitos de pastillas de sabores.
La cama y las almohadas son cómodas, aunque las sabanas son resbaladizas, por lo que optamos por quitarlas, a los costados de la cama hay luces moradas, en la parte del techo la iluminación se divide en dos, por lo que puedes jugar un poco con eso.
Hay una carta lo suficientemente surtida de juguetes, lubricantes, etc. Además hay dos cartas de alimentos y bebidas. Las bebidas son variadas, venden por botella o por copa, además de cervezas, etc. La comida es un poco cara por supuesto, pero supuestamente la cocinan ahí mismo, aunque tienen la opción de Lonchibon, pero sólo aplica de 11 pm a 7 am aproximadamente. Debemos decir que nos llevamos una grata sorpresa con la pizza, era de tamaño mediano y costo $125 y aunque no tienen mucha variedad y que no tiene orilla, el sabor que tenía era muy bueno.
En nuestro caso fuimos entre semana, por lo que nos tomamos las 8 hrs. Pero justo al terminar el tiempo nos llamaron para decirnos que debíamos retirarnos, por suerte estábamos a punto de salir, por lo que no sabemos si se ponen pesados en caso de que te pases del tiempo.
Lo bueno
El Internet es bastante rápido, pusimos videos de YouTube en una tablet y nunca se quedo cargando, cosa que nos a ocurrido en otros hoteles, además la decoración es bastante agradable, aunque sencilla.
Me agrado la cantidad de toallas que proporcionan, pues resultan suficientes, además todo se ve limpio, y el piso es de duela, por lo que sentí más confianza que cuando hay alfombra. El escalón donde se encuentra el potro resulta bastante interesante para jugar. Los dos espejos de media pared también son un buen toque, además de los dos pequeños sillones que resultan bastante cómodos para jugar.
Lo malo
No tienes privacidad a la salida y a la entrada, además dentro del hotel también te encuentras a varios trabajadores. Tampoco nos agrado mucho que llamaran justo cuando se nos termino el tiempo para decir que ya debíamos salir en lugar de llamar un poco antes para recordarnos la hora de salida, como en otros hoteles.
En general fue una grata experiencia, sobre todo en cuanto a la relación precio-calidiad, en nuestro caso no tenemos muchos problemas con la falta de privacidad a la entrada por lo que definitivamente volveríamos a ir.
Si tuviera que darle una calificación sería 8.5 de 10.
3. Reseña (Suite $300 pesos)
La primera impresión que se puede tener de este hotel es que la privacidad a la entrada y a la salida es nula, pues la entrada tanto peatonal como de autos están completamente expuestas. El paradero esta muy cerca y pasan justo afuera autos que circulan desde Insurgentes, por lo que si desean privacidad, al menos en ese aspecto, este hotel no es una gran opción.
Cuando entras te atiende una recepcionista, y en nuestro caso, al llegar había dos personas más que laboran el el hotel justo en la entrada, por lo que tampoco hay mucha privacidad. Preguntamos los precios y las diferencias entre las habitaciones (que son las de arriba) y elegimos la Suite por $280 pesos. Al pagar nos preguntaron el nombre de alguno de los dos para anotarlo en una libreta, pero no nos pidieron ninguna identificación, en el ticket que te proporcionan al pagar viene la contraseña del internet.
La habitación que nos toco fue la 110, la cual da justo hacia la avenida Insurgentes, por lo que el ruido es constante, aunque cerrando las ventanillas y poniendo un poco de música realmente no tuvimos inconveniente. Hay que agregar que de los pasillos lograba entrar, por breves momentos, ruido de puertas azotadas, probablemente por el personal de limpieza, y de altavoces.
La habitación no es muy grande, por lo que supongo que la habitación sencilla debe ser realmente pequeña. Al entrar te encuentras la cama y un tocador con un espejo que abarca la mitad de la pared. A un lado está el sanitario y lavamanos, con un espejo de media pared que ve hacia la cama.
El sanitario no cuenta con puerta, solo tiene un vidrio que abarca la mitad del espacio, por lo que no hay privacidad al entrar el baño, a menos que tu pareja se encuentre de lado del tocador.
A un lado del lavamanos esta la regadera, con una puerta de vidrio, que aunque no es nada especial, me pareció bastante linda.
En el costado izquierdo de la cama hay una pequeña mesa con dos sillones bastante cómodos y en la parte de atrás hay una especie de escalón que es donde se ubica el potro y las ventanas que dan a la avenida. A un costado del baño hay una pantalla empotrada a la pared, de aproximadamente 42".
Para el uso del potro te proporcionan una toallas, además de la toalla para manos, dos para bañarse y otra toalla pequeña aparte. Las amenidades son las comunes, dos jabones de barrita, shampoo, acondicionador (lo cual me encanto ya que no en todos lados lo proporcionan y a las chicas nos es muy útil), gorra de baño, crema para el cuerpo, un condón, dos botellas pequeñas de agua y dos vasos en sus respectivas bolsas de plástico y cuatro paquetitos de pastillas de sabores.
La cama y las almohadas son cómodas, aunque las sabanas son resbaladizas, por lo que optamos por quitarlas, a los costados de la cama hay luces moradas, en la parte del techo la iluminación se divide en dos, por lo que puedes jugar un poco con eso.
Hay una carta lo suficientemente surtida de juguetes, lubricantes, etc. Además hay dos cartas de alimentos y bebidas. Las bebidas son variadas, venden por botella o por copa, además de cervezas, etc. La comida es un poco cara por supuesto, pero supuestamente la cocinan ahí mismo, aunque tienen la opción de Lonchibon, pero sólo aplica de 11 pm a 7 am aproximadamente. Debemos decir que nos llevamos una grata sorpresa con la pizza, era de tamaño mediano y costo $125 y aunque no tienen mucha variedad y que no tiene orilla, el sabor que tenía era muy bueno.
En nuestro caso fuimos entre semana, por lo que nos tomamos las 8 hrs. Pero justo al terminar el tiempo nos llamaron para decirnos que debíamos retirarnos, por suerte estábamos a punto de salir, por lo que no sabemos si se ponen pesados en caso de que te pases del tiempo.
Lo bueno
El Internet es bastante rápido, pusimos videos de YouTube en una tablet y nunca se quedo cargando, cosa que nos a ocurrido en otros hoteles, además la decoración es bastante agradable, aunque sencilla.
Me agrado la cantidad de toallas que proporcionan, pues resultan suficientes, además todo se ve limpio, y el piso es de duela, por lo que sentí más confianza que cuando hay alfombra. El escalón donde se encuentra el potro resulta bastante interesante para jugar. Los dos espejos de media pared también son un buen toque, además de los dos pequeños sillones que resultan bastante cómodos para jugar.
Lo malo
No tienes privacidad a la salida y a la entrada, además dentro del hotel también te encuentras a varios trabajadores. Tampoco nos agrado mucho que llamaran justo cuando se nos termino el tiempo para decir que ya debíamos salir en lugar de llamar un poco antes para recordarnos la hora de salida, como en otros hoteles.
En general fue una grata experiencia, sobre todo en cuanto a la relación precio-calidiad, en nuestro caso no tenemos muchos problemas con la falta de privacidad a la entrada por lo que definitivamente volveríamos a ir.
Si tuviera que darle una calificación sería 8.5 de 10.